En estos momentos tan inciertos en todo el mundo, la situación que está viviendo la fundación en Manila es excepcional y necesita más que nunca tu apoyo económico y espiritual.
La incertidumbre politica, social, económica y sanitaria que atraviesa el país en estos momentos hace que la fundación tenga que afrontar un aumento importante de los niños y familias que socorre de manera habitual. En algunos barrios marginales, el número de nuestros beneficiarios se ha duplicado. Las necesidades que afronta la fundación como bien podeis imaginar, han aumentado significativamente y sin embargo dada la situación de incertidumbre en todo el mundo hemos constatado una redución de las donaciones recurrentes.
Por ello quisieramos haceros llegar este grito de ayuda porque os necesitamos. La fundación no va a abandonar a ninguno de estos niños cueste lo que cueste pero sin vosotros no es posible.
Os dejamos a continuación la traducción de una entrevista realizada al P. Matthieu Dauchez (Director de la fundación ANAK-Tnk en Manila) que nos cuenta la situación tan complicada que están viviendo actualmente.
Manila ha estado casi completamente confinada desde el 14 de marzo, ¿cómo está sucediendo esto realmente?
Unos días antes del confinamiento francés, un estricto confinamiento fue declarado aqui, inicialmente durante un mes. En realidad duró hasta finales de julio. Desde entonces, se ha aflojado muy ligeramente para permitir que los adultos vayan a trabajar, pero los niños de hasta 21 años, y las personas mayores de 60 años, no pueden salir. También es imposible salir de Manila, por ejemplo. A pesar de estos casi siete meses de confinamiento, nos cuesta hacernos una imagen realistade la situación de sanitaria, las cifras dadas son muy aleatorias, y van evolucionando según los anuncios del gobierno.
¿Cómo viven las personas más pobres de los barrios marginales de Manila que Usted visita este confinamiento?
Tenemos la impresión de que el virus no les afecta masivamente. Puede haber muchas personas infectadas, pero pocas muertes relacionadas con Covid-19. Aquí, los médicos presumen que sus cuerpos, acostumbrados a vivir en condiciones insalubres, son más resistentes. Por otro lado, ya sea en los barrios bajos o en las calles, los más pobres nos dicen: “¡No vamos a morir de coronavirus, pero vamos a morir de hambre!” Después de siete meses de confinamiento, la situación es muy preocupante. Nunca había visto tanta gente mendigando, tanta gente perdida en la calle. Los antiguos que han pasado por la fundación y que hoy dia han comenzado una familia regresan para pedirnos ayuda. Estos son signos de que la situación es catastrófica.
¿Cómo se ha adaptado la Fundación ANAK-Tnk a el confinamiento?
Al principio, era muy complicado porque nuestra vocación es precisamente ir al encuentro de los más pobres en los barrios marginales y en las calles. Pero no podíamos salir. Por otro lado, nuestros centros acogen a 400 niños y algunos de los empleados y educadores ya no podían venir a trabajar allí. El primer paso fue organizarse para que los centros pudieran seguir funcionando bien. Luego adaptamos nuestros programas en los barrios marginales, incluyendo el dedicado a la nutrición y la salud, enviando a los miembros de la fundación a ir puerta a puerta en lugar de llevar a las familias a un lugar. Para mantener vínculos con los niños de la calle, hemos establecido un área de cuarentena donde los empleados dedicados se han asentado por completo. Los niños acogidos allí pasan dos semanas allí antes de unirse a un centro. Durante los últimos siete meses, me ha sorprendido cómo los niños y los educadores están respondiendo con gran fuerza frente a este calvario.
Como la mayoría de las asociaciones, usted está experimentando una fuerte caída de las donaciones…
Nos encontramos frente a una montaña para escalar sin muchos medios. Por un lado, las donaciones están disminuyendo y, por otro, en los últimos siete meses, el número de personas que necesitan nuestra ayuda ha ido en aumento. ¡En algunos barrios marginales, el número de nuestros beneficiarios se ha duplicado!
Creo que esta crisis está golpeando nuestro ritmo frenético y recordándonos nuestra vulnerabilidad. Sacude nuestra comodidad. Ha revelado algunas cosas maravillosas así como gestos de solidaridad increíbles, pero también ha mostrado nuestra propensión a la retirada. Espero que no prevalezca este encierre, sino más bien una apertura del corazón. ¡Nos necesitamos los unos a los otros! Me preocupa porque la crisis económica que se avecina corre el riesgo de hacer olvidar a los más pobres. Pero no podemos poner la solidaridad en espera. Espero que nuestros donantes, que también se ven afectados por la crisis económica, acepten hacer un sacrificio financiero para seguir dando. Los más pobres son ya las primeras víctimas de esta crisis mundial y es insoportable para mí imaginar que algunos quedarán en las calles.
Una vez más, gracias por vuestra generosidad tan preciosa y que Dios os bendiga.
¡ Maraming Salamat !