Esta vasta aglomeración aflora fuertes contrastes sociales, entre zonas elegantes y numerosos barrios de chabolas, donde viven 6 millones de personas. Según diversas fuentes, se calcula que entre 250 mil y 1 millón de niños, huérfanos o no, viven en sus aceras. Niños vulnerables de todas las edades, abandonados a su suerte, envueltos en trabajos forzados, violencia física y sexual…
Desde 1998, la fundación ofrece a estos niños de la calle y barrios marginales de Manila acceso a educación, salud, nutrición y protección.
En Manila, desde hace 25 años, ANAK-Tnk trabaja con las personas más pobres y vulnerables de Manila (Filipinas): niños, personas abandonadas en la calle y familias de los barrios marginales.
Cuenta con el apoyo de una red de voluntarios en todo el mundo (Francia, Alemania, España, Italia, Suiza, Reino Unido, Luxemburgo, Bélgica, Estados Unidos, Singapur, Australia) organizados para recaudar fondos y dar a conocer la labor. La prioridad de la fundación es hacer un seguimiento individualizado de cada niño para ayudarle a rehacer su vida a pesar de sus profundas heridas. Las acciones de la fundación responden a un espíritu familiar a largo plazo.
Los niños de la calle de Manila han roto todos los lazos con sus familias y son víctimas de la violencia y las drogas. A menudo sobreviven mendigando, robando o prostituyéndose.
ANAK-Tnk acoge a estos niños en casas donde reina un ambiente familiar que favorece su reinserción social. Los niños encuentran el camino de vuelta a una vida más equilibrada, regresan a la escuela y a sus familias cuando es posible. Además de las necesidades básicas que se les proporcionan, los niños se toman su tiempo para reconstruir sus vidas y prepararse para el futuro en un entorno protector y afectuoso.
En una sucesión de callejuelas embarradas se mezclan todo tipo de residuos, viviendas hacinadas, actividades de supervivencia, instalaciones eléctricas peligrosas y niños que juegan descalzos.
Gracias a los 12 centros de día instalados en el corazón de los barrios de chabolas, los niños desnutridos pueden disfrutar cada día de una alimentación equilibrada. Frente al analfabetismo rampante, ANAK-Tnk también ofrece clases de guardería. Por último, ante las enfermedades que se propagan debido a las alarmantes condiciones de vida, se ofrece atención médica adecuada.
ANAK-Tnk, preocupada por la situación de emergencia que viven los niños y sus familias, centra sus acciones en cuatro áreas esenciales que tienen en cuenta sus necesidades básicas: alimentarles, proporcionarles una educación, darles acceso a la asistencia sanitaria y ofrecerles un entorno protector.
Esto significa literalmente: ¡Un puente para los niños!
Es el símbolo de nuestro trabajo con los niños de la calle y los barrios marginales desde hace más de 25 años: tender puentes entre los niños y sus familias (reconciliación) siempre que sea posible, hacia una vida mejor.
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